martes, 27 de septiembre de 2011

tercer capitulo

Cada fin de semana estoy iedo a cafeterias ally en mi pueblo y no dejo de repetirme xk conoci a mia mia en berdad keria mi destruccion
darme asco e snormal al espejo es mi enemigo
yo decia :esto e sun asco k aces maldita gorda no sirbes para nada para nada aveces darme el gusto de comer era muy dificil sin vomitar
aveces yo decia y me contradecia diciendo kiero komer peroo no kiero ser la maldita gorda marginada amms ¿k ago como o no?
comia y luego a vomitar todo vomitava todo
keria estar cn una modelo keria ser una de ellas keria dejar de ser siempr eyo la mierda la pringa la k sinpre da la nota
ya estaba arta de k la jente me iciera daño llamandome FEA o DAS ASCO PEDAZO DE INUTIL ZORRA GOLFA estaba cansada llego un moento k no keria seguri asta pense en kitarme mi propia vida
aciendo tonteriiias cortandome y de todo abeces para ser princesiita ay k sufrir peroo no os creasi k estas pajinas o ban a ayudar
cn la ayuda de una amiga se salbaran las xikas k kierean ablar cnmigo en intenten adevertior acia otras xikas
mirad esto por favor y comentar

mirad esto es berdad lo k me pasa dia a dia MIA MI PEOR PESADILLA

Mi segundo dia

El segundo dia que tuve con esta asquerosa enfermedad, me había levantado con ganas de vomitar y todo sin haber comido aún.
De esto estoy hablando cuando estaba en el centro de menores. Me levantaba e iba a desayunar, despues iba a clase y vomitaba todo lo que había comido, pero eso no era suficiente y seguia haciendolo. Me había obsesionado con mi peso y quería bajar de peso a cualquier precio, para eso me rebajé a hacerlo vomitando.
Seguia vomitando, hacía tacticas para que no me pillaran, cogía el vomito del baño y me lo metía en la boca para comenzar las arcadas. Se me notaban las venas de mi cuerpo. Sin vomitar cada vez me sentía peor, pedí ayuda a las paginas de adelgazar y me recomendaron la de ana y mia. Yo lo he hecho todo y he llegado a autolesionarme, me cortaba y mi estado era lamentable. Mi madre los fines de semana me controlaba, pero no era suficiente, ¡el domingo tenia que volver a ese infierno!
Y allí, en ese momento esperando la furgoneta, me desmallé dos veces y otros cinco fines de semana igual.
Me tuvieron que llevar a urgencias, estaba hecha una mierda, daba asco, pero yo me seguía viendo gorda.
Ya les ire contando mas las cronicas de esta asquerosa enfermedad que tengo.